sábado, 8 de noviembre de 2008

Descartan explosión o fallas de motores en accidente de avión


Investigaciones del accidente del Lear Jet 45 donde perdió Juan Camilo Mouriño, el ex subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos y otras siete personas, señalan que no se encontró rastro alguno de sustancias explosivas, ni de Dinamita, ANFO, TNT o C-4.

MEXICO, D. F., (EL UNIVERSAL).

Tampoco hubo falla de motores, dijo Ricardo Nájera, delegado de la Procuraduría General de la República en el DF. Luis Téllez Kuenzler, de la SCT, destacó que con estos elementos “se refuerza la hipótesis de que la caída fue un accidente”.

Informó además que ya se tienen todos los componentes que son esenciales para la investigación, y se encontraron las memorias de las turbinas, que normalmente se usan para efectos del mantenimiento.

En ellas, se encuentran datos importantes como la potencia que llevaban, la altitud y los momentos en que desaceleran.

Estas ya fueron enviadas a Tucson, Arizona, para su análisis en los laboratorios del fabricante Honeywell.

En la investigación participan siete técnicos especialistas de México, cinco de EU y un experto del Reino Unido. Además, se reforzó al equipo de trabajo con algunos técnicos del FBI, expertos en accidentes aéreos.

Con respecto a los componentes del avión destacó: "no hay indicio de que el avión haya perdido en vuelo alguno de los componentes que le permiten precisamente mantenerse en esa condición, ya se han encontrado los restos de todos esos componentes".

En cuanto a los motores señaló que ambos rotaban a alta velocidad al momento del impacto y aproximadamente a la misma velocidad.

De acuerdo con análisis realizados por controladores aéreos, las pantallas del radar presentadas por las autoridades no muestran que la aeronave que se cayó y en el cual perdieron la vida el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y otros funcionarios federales, hubiera estado a menor distancia de otras naves de lo establecido en los procedimientos de vuelo.

La aeronave se mantuvo a una distancia entre cuatro y cinco millas, dependiendo del tramo en el que volaba, incluso en algunos momentos mantenía mayor distancia.

Aunado, el capitán Miguel Ángel Valero, quien preside el Colegio de Pilotos Aviadores de México, informó que el manual de Jeppesen de navegación indica que un avión Learjet 45 debe estar separado cuatro millas de distancia de un Boeing 767.

Ángel Iturbe, vocero del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (Sinacta), advierte que de haber sido una estela de turbulencia del avión que le antecedía, "¿cómo es que no afectó al helicóptero que venía volando cerca de él?".

Rosario Avilés, consultora en aviación, no descartó la hipótesis de que la estela de turbulencia haya podido sacar de control al avión. Autoridades indicaron que había buenas condiciones meteorológicas.

No hay comentarios: