Por: El Universal
Naciones Unidas
La comunidad internacional organizada apretó ayer el cerco contra los golpistas hondureños, mientras el gobierno de facto reprimió una nueva manifestación de apoyo al derrocado presidente Manuel Zelaya.
El secretario general de Naciones Unidas (ONU), el coreano Ban Ki-moon, aseguró que la situación de inestabilidad por la que atraviesa Honduras no proporciona las condiciones necesarias para celebrar unas elecciones creíbles, por lo que decidió suspender la asistencia electoral al país centroamericano.
Ban “no considera que en la actualidad se den las condiciones para celebrar unas elecciones creíbles que ayuden a progresar hacia la paz y la estabilidad”, dijo en una declaración la portavoz de la ONU, Michele Montás. El régimen golpista se propone realizar elecciones presidenciales el 29 de noviembre.
Las gestiones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de numerosos líderes regionales en busca de una solución a la crisis de Honduras recibió el miércoles el espaldarazo de la ONU.
Sin llamar abiertamente por el retorno de Zelaya a la presidencia, la ONU dijo en un comunicado que su “secretario general está convencido de que el fin de la crisis de Honduras requiere un acuerdo por consenso y apoya los esfuerzos de mediación regional con ese fin”.
Los líderes latinoamericanos que hablaron ante la Asamblea General de la ONU, mientras tanto, reiteraron sus exhortaciones a que el gobierno de facto dé un paso al costado y permita el regreso de Zelaya a la Presidencia.
Zelaya, derrocado y expulsado de Honduras el 28 de junio pasado, volvió clandestinamente el lunes a Tegucigalpa y se refugió en la embajada brasileña. El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva justificó la decisión de su país de darle asilo al mandatario depuesto y pidió al gobierno de facto que garantice la seguridad de la sede diplomática. El martes, fuerzas de seguridad desalojaron violentamente a cientos de simpatizantes de Zelaya que se habían apostado afuera de la sede diplomática. Fuentes forenses informaron el miércoles que una persona de 65 años murió herida de bala, al quedar atrapada entre los choques de la policía con los zelayistas registrados el martes.
La Unión Europea (UE) y la OEA llamarán a sus embajadores a regresar a Honduras, como muestra de apoyo al gobierno derrocado de Zelaya, dijeron más tarde en Nueva York el canciller de España, Miguel Ángel Moratinos, y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
La OEA dice que los embajadores latinoamericanos regresarán a Tegucigalpa para tratar de evitar desbordes en un clima de agitación social. También viajará a Honduras el viernes o sábado una misión de la OEA, integrada por cancilleres americanos, para impulsar una negociación. Miles de simpatizantes de Zelaya aprovecharon la suspensión por unas horas del toque de queda para mostrar el apoyo a su líder, pero fueron impedidos por las fuerzas de seguridad de avanzar hacia la embajada de Brasil. Los manifestantes tuvieron que replegarse hasta la plaza central de Tegucigalpa.
En medio de los disturbios fueron destruidos los ventanales de varios restaurantes de comida rápida. Al menos dos personas fueron detenidas por los incidentes, según reportes preliminares de la policía. Entre la noche del martes y la madrugada del miércoles, grupos de ciudadanos desafiaron el toque de queda impuesto el lunes y que será suspendido a partir de hoy, y se enfrentaron con autoridades en al menos 50 lugares distintos.
México, preocupado
El gobierno mexicano expresó anoche, a través de un comunicado de la Cancillería, “su seria preocupación por el incremento en la tensión” en Honduras. México condenó la situación que atraviesa la embajada de Brasil en Tegucigalpa y aseguró que lejos de favorecer a “un clima propicio para la reconciliación”, acerca al país a “una confrontación”.
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