viernes, 2 de enero de 2009

Enfrenta hospital "Aurelio Valdivieso" crisis de atención

El mejor regalo es el mejor servicio, pero para eso necesitamos recursos suficientes", comenta el Dr. Gerardo Gutiérrez Caballero, Jefe de la División de Gineco-obstetricia del Hospital Civil Aurelio Valdivieso.


Navidad y Año Nuevo en el Hospital Civil/III y Ultima Parte




HUGUET CUEVAS



Y es que en esta navidad que para muchos significa fiesta, regalos y comida, para otros solo remite a la remota esperanza de una pronta recuperación de los enfermos internos en el hospital Civil Aurelio Valdivieso.

Con una saturación de internos en el hospital, y las carencias de infraestructura que enfrenta el personal médico, la vida en el Hospital se desarrolla de manera eficiente gracias al entusiasmo y eficacia de los médicos que laboran ahí, pero crudamente necesitada de recursos materiales y físicos para una mejor calidad en el servicio.

Los pasillos que debieran priorizar el paso breve de los hombres vestidos de blanco, son utilizados ahora para colocar de manera improvisada camillas para atender a los pacientes que llegan entre el ajetreo del trafico y las sirenas de la ambulancia.

Los espacios de espera son insuficientes para las caras de angustia y tristeza de los familiares que esperan impacientes la noticia del hijo, de la madre, del padre o del amigo.

Frente a las caras de frustración que algunos expresan por ser desalojados de manera rápida después de tener a sus bebés, o al no ser atendidos de una gripe o un mal menor de manera pronta, las estadísticas nos argumentan porqué.

El hospital esta trabajando "como maquinita" dice la psicóloga Edna Piñón Murcio, Coordinadora de Calidad del Hospital Civil. Lo anterior debido a que en ocasiones es nosocomio labora al 200 por ciento de productividad.

"Desde hace 46 años el nosocomio surgió de la necesidad de atender a una población de 150 a 200 mil habitantes, sin embargo a la fecha las cifras se han disparado rebasando por mucho su capacidad inicial" comentó la psicóloga Edna Piñón Murcio, Coordinadora de Calidad del Hospital Civil.

Esto ocurre por ejemplo con las cesáreas puesto que de las mil 620 intervenciones que se tenían previstas para las jornadas laborales del 2008, el servicio rebasó al 243 por ciento de productividad en su área. Respecto a los eventos quirúrgicos en las 9060 cirugías programadas en el año, se atendió al 114 por ciento hasta el día de hoy. O es el caso también de los servicios de Rayos X, donde se trabajó al 193 por ciento durante el ciclo del 2008, cifra que superó a las 37 mil 180 personas programadas. Otro dato interesante es, que de las 49 mil 728 consultas externas planeadas se han llevado a cabo más del 157 por ciento. Lo que explica que se tenga que desalojar casi inmediatamente a un paciente que ya ha sido atendido, para abrir paso a los demás que siguen en espera.

Y es que este hospital ha sido la tabla de salvación para el sector más vulnerable de nuestra sociedad: sectores con niveles socioeconómicos muy bajos. Sin embargo, hoy en día a sus puertas han llegado personas de todos los niveles económicos a solicitar servicio a este lugar, pese a que cuentan con Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

La labor del Hospital Civil representa todo un círculo de atenciones que ayudan a los que menos tienen. A los que vienen de sus comunidades y sólo llegan a la ciudad de Oaxaca para encontrar tragedia. A los que no cuentan con un lugar a donde llegar y tiene que quedarse a las afueras del hospital para esperar a sus enfermos, porque adentro apenas existe un lugar para los pacientes. A las madres que con ojos llorosos y el estómago vacío se rehúsan a dejar solos a sus hijos y deciden quedarse en el piso, en las bancas azules y frías del "área de espera".

En esta temporada, comenta el doctor Manuel Salcedo Cruz, director del Hospital General Aurelio Valdivieso, "el área de traumatología es las mas solicitada pues los accidentes nunca faltan en el periodo vacacional", sin embargo, en palabras de él, aunque de por sí el hospital no se da abasto para atender a todos los pacientes, esta situación no aumenta con la temporada decembrina.

Y por el contrario, los pacientes de enfermedades crónicas continúan vistiendo las salas con su paso lento y taciturno. Tal es el caso de Gloria, la mujer que sentada al lado de su hijo, mira cómo el líquido de la quimioterapia viaja de manera veloz a las venas de su joven hijo.

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