TOMÁS MARTINEZ
Dos integrantes de la policía preventiva fueron ejecutados cuando se encontraban en el módulo de vigilancia del fraccionamiento El Rosario por sujetos vestidos de negro y quienes escaparon a bordo de una camioneta de color blanca, a pesar del operativo policíaco implementado en la zona.
El hecho sangriento ocurrió a las 17:55 horas cuando cuatro sujetos dotados de pistolas arribaron al lugar y sometieron al policía que estaba de vigilancia y lo llevaron al cuarto, donde se encontraba su compañero.
De acuerdo a la versión de policías investigadores, en el cuarto fueron acostados los uniformados Bonifacio Molina y Demetrio Alavez Medina y les pusieron las pistolas en la cabeza, para matarlos y darles el tiro de gracia.
Ello originó que en las paredes quedaron manchas hemáticas y masa encefálica.
El comisionado de la policía preventiva, Alberto Quezada Jiménez, arribó minutos después al lugar del incidente, ordenando que fuera acordonada el área, en tanto las patrullas empezaron a recorrer la zona en busca de los agresores.
Personal paramédico de la Cruz Roja y bomberos arribaron al sitio, pero ya no ingresaron por instrucciones de los policías, al indicarles que los dos uniformados ya estaban sin vida.
El procurador de justicia, Evencio Martínez Ramírez, que se encontraba en las instalaciones de Ciudad Universitaria para entregar las unidades secuestradas por porros, también acudió junto con peritos y agentes del Ministerio Público que tomaron conocimiento de los hechos.
Peritos en distintas especialidades ingresaron al módulo de policía y en el interior localizaron cinco casquillos percutidos de arma de fuego calibre 9 mm y uno más de AR-15. Durante la inspección ocular, se percataron que en el área de vigilancia, se encontraba el casco de uno de los policías, por lo cual presumen que ahí fue sometido y llevado al cuarto, donde lo ejecutaron con su compañero.
"Por favor, estamos de luto..." fueron las únicas palabras que dijo el comisionado de la policía estatal, Jorge Alberto Quezadas Jiménez, al ser abordado por los medios de comunicación.
Los cuerpos de los policías fueron conducidos al anfiteatro de ésta ciudad, donde se les practicó la necropsia de ley y serían entregados sus familiares para darles cristiana sepultura.
Se informó que una camioneta tipo Explorer de color blanca fue localizada abandonada en las riberas del Atoyac, en jurisdicción de San Jacinto Amilpas, pero apenas iban a corroborar si tenía alguna relación con el hecho sangriento.
Policías estatales iniciaron con las indagatorias con la finalidad de establecer la identidad de los agresores.
Dos integrantes de la policía preventiva fueron ejecutados cuando se encontraban en el módulo de vigilancia del fraccionamiento El Rosario por sujetos vestidos de negro y quienes escaparon a bordo de una camioneta de color blanca, a pesar del operativo policíaco implementado en la zona.
El hecho sangriento ocurrió a las 17:55 horas cuando cuatro sujetos dotados de pistolas arribaron al lugar y sometieron al policía que estaba de vigilancia y lo llevaron al cuarto, donde se encontraba su compañero.
De acuerdo a la versión de policías investigadores, en el cuarto fueron acostados los uniformados Bonifacio Molina y Demetrio Alavez Medina y les pusieron las pistolas en la cabeza, para matarlos y darles el tiro de gracia.
Ello originó que en las paredes quedaron manchas hemáticas y masa encefálica.
El comisionado de la policía preventiva, Alberto Quezada Jiménez, arribó minutos después al lugar del incidente, ordenando que fuera acordonada el área, en tanto las patrullas empezaron a recorrer la zona en busca de los agresores.
Personal paramédico de la Cruz Roja y bomberos arribaron al sitio, pero ya no ingresaron por instrucciones de los policías, al indicarles que los dos uniformados ya estaban sin vida.
El procurador de justicia, Evencio Martínez Ramírez, que se encontraba en las instalaciones de Ciudad Universitaria para entregar las unidades secuestradas por porros, también acudió junto con peritos y agentes del Ministerio Público que tomaron conocimiento de los hechos.
Peritos en distintas especialidades ingresaron al módulo de policía y en el interior localizaron cinco casquillos percutidos de arma de fuego calibre 9 mm y uno más de AR-15. Durante la inspección ocular, se percataron que en el área de vigilancia, se encontraba el casco de uno de los policías, por lo cual presumen que ahí fue sometido y llevado al cuarto, donde lo ejecutaron con su compañero.
"Por favor, estamos de luto..." fueron las únicas palabras que dijo el comisionado de la policía estatal, Jorge Alberto Quezadas Jiménez, al ser abordado por los medios de comunicación.
Los cuerpos de los policías fueron conducidos al anfiteatro de ésta ciudad, donde se les practicó la necropsia de ley y serían entregados sus familiares para darles cristiana sepultura.
Se informó que una camioneta tipo Explorer de color blanca fue localizada abandonada en las riberas del Atoyac, en jurisdicción de San Jacinto Amilpas, pero apenas iban a corroborar si tenía alguna relación con el hecho sangriento.
Policías estatales iniciaron con las indagatorias con la finalidad de establecer la identidad de los agresores.
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