sábado, 28 de junio de 2008

Señalan falta de ética en Vela

Coinciden ex directores de Música en que los donativos del Patronato eran 'intocables'
Silvia Isabel Gámez Agencia ReformaMÉXICO, DF .Utilizar los recursos del Patronato de la Orquesta Filarmónica de la UNAM para fines distintos al apoyo de los músicos representa una falta ética y un agravio para los donadores, consideran los ex titulares de la Dirección General de Música (DGM) de la UNAM, Raúl Herrera Márquez y Francisco Viesca. "Era impensable (tomar esos recursos). Aunque administrativamente habría sido posible, no lo era éticamente", afirma Herrera Márquez, quien durante su periodo en la DGM, de 1985 a 2000, participó en la gestación del Patronato y de la Sociedad de Amigos de la OFUNAM. Viesca, director de Música de marzo de 2000 a agosto de 2001, coincide al afirmar que nunca destinó a otros programas los donativos. "Hablamos de administradores profesionales. Se pueden administrar las cosas de muchos modos, pero no hacer lo que se te pegue la gana".Esta sección publicó el jueves que durante su etapa al frente de la DGM, de 2001 a 2006, el presidente del Conaculta, Sergio Vela, dispuso sin autorización de los donativos del Patronato para cubrir los gastos generados en la dependencia por la contratación de artistas internacionales. El funcionario hizo uso de los recursos sin informar tampoco a la Sociedad de Amigos de la orquesta. A su salida, dejó un adeudo de 589 mil pesos, que según la UNAM ya ha sido saldado.Desde un principio, aclara Herrera Márquez, se estableció que los donativos recaudados por el Patronato se destinarían a proyectos que estuvieran fuera del alcance presupuestal de la orquesta, como la compra y reparación de instrumentos, y la contratación de directores huéspedes y solistas. "La idea, tal como la planteó el Rector (Jorge Carpizo en 1987) a los patronos era que los fondos fueran suplementarios al presupuesto de la orquesta, nunca sustitutos del presupuesto institucional". Asegura que, durante su gestión, nunca se dispuso de los fondos del Patronato sin la autorización del consejo directivo. "La confianza está en la base de cualquier programa de procuración de fondos, y si los recursos se hubieran empleado para fines distintos, habríamos perdido la confianza (de los donadores)", sostiene Herrera Márquez. De haberlo hecho, ¿merecería alguna sanción? "¿Cómo habría podido seguir trabajando en la dirección?".
■ Cordialidad y ruptura El consejo directivo del Patronato, que desde hace más de una década preside Francisco Rojas, actual titular de la Fundación Colosio, mantuvo con Herrera Márquez una relación cordial, con Vela distante y con Viesca llegó a la ruptura. Apoyado por gran parte de los músicos, Viesca pidió en 2001 la salida del entonces director artístico de la OFUNAM, Ronald Zollman, por no estar de acuerdo con sus criterios de programación y por considerar que, después de ocho años como titular, su relación con la orquesta se había desgastado. Lo que no calculó fue encontrarse con la oposición del Patronato. "Eran amigos de Zollman, gente cercana al Rector (Juan Ramón de la Fuente), que ejercía el control, con influencia", dice el oboísta. Cuando la tensión con Zollman creció, tras una discusión con Rojas y ante la falta de apoyo de Ignacio Solares, entonces coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, Viesca optó por la renuncia. Desde 2004, Vela mencionó en sus informes la necesidad de reestructurar el Patronato. El proyecto consistía, según Martha Torres, titular de la Sociedad de Amigos, en integrar su consejo directivo --formado por universitarios de prestigio-- a la Sociedad de Amigos, eliminando el nombre de Patronato, algo que nunca se concretó.

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