Madrid, 14 Jun (Notimex).- Los científicos Emmanuelle Charpentier, Jennifer Doudna y Francisco Martínez Mojica destacaron hoy aquí que la técnica para modificar el genoma CRISPR podrá curar en unos pocos años algunas enfermedades.
Los tres investigadores recibirán este jueves la IX edición de los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en categoría de Biomedicina, por su contribución a esta técnica con la que ya numerosos laboratorios realizan ensayos diversos.
En rueda de prensa conjunta coincidieron en que se trata de una herramienta de la biomedicina que avanza muy rápido, y que será pronto cuando haya más descubrimientos de su alcance en la medicina.
El método CRISPR (repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas), también conocido como “corta y pega” modifica el genoma con precisión de forma más barata, sencilla y menos costosa.
Doudna precisó que entre los ensayos que se realizan están algunos que podrían permitir de dos a cinco años curar enfermedades de fibrosis quística, de los ojos y de la sangre, y que en breve de conocerán unos primeros resultados de pruebas en células cancerígenas.
Charpentier comentó que tan solo siete meses después de publicarse la técnica, ya eran muchos los laboratorios de biomedicina que empezaron a trabajar con la herramienta en ensayos con muchos organismos.
Martínez aseguró que nunca imaginó que su trabajo se iba a derivar en una herramienta de este tipo, ya que inició como un trabajo de microbiología sobre un organismo local estudiado en la Universidad de Alicante, costa este del país.
En los años 90, Martínez trabajó en el estudio de bacterias que funcionaban en ambiente de salinidad y tras casi 10 años de hipótesis fracasadas se pudo encontrar la característica espaciada de los microorganismos, que permitió ahondar en su inmunidad.
El trabajo del español permitió años después a la francesa Charpentier (actual directora de Biología de la Infección en el Instituto Max Planck en Berlín) y a la estadunidense Doudna, de la Universidad de Berkeley, avanzar en su desarrollo como herramienta de edición genética.
Al ser preguntados sobre los límites éticos de utilizar esta tecnología, Charpentier expuso que “no se debe usar para crear super seres humanos”.
Doudna discrepó en que al menos se debe considerar la posibilidad para algunos casos en que se podrá cambiar la célula germinal, a fin de curar algunas enfermedades presentes en familias.
Martínez apuntó que si bien no tiene clara una idea de los límites éticos “en algún caso podría estar justificado, y no hacerlo sería lo antiético”.
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